junio 23, 2005

La Maladie de la Raison: l'amour...

El amor es una espada de Damocles. Es una sensación ambigua y en éste caso, para variar, dolorosa. Porque sí, ya no aguanto más, creo que de verdad estoy enamorado. La ventaja es que al menos la dosis no ha sido tan grande como para que no me permita razonar, quizá el problema es que me deja razonar, pero no lo necesario, lo que casi es peor.

Y es que no hay manera de manejar el asunto (todo rumbo y manejo) que no sea cogiendo el rábano por las hojas, sólo que éste rábano tiene dientes y sabe usarlos. Y es que el amor en esta edad y de esta forma es algo extraño, que se mueve con miedo. Y yo, que presumo de poeta y de romántico me siento un idiota integral, completamente en blanco que no se atreve a hacer lo que debería.

Debería darme vergüenza; no se cómo puedo aún mirarle a la cara cuando me observo en el espejo. Débora me mira con cara ceñuda cuando me acuesto frente ella (y antes de que nadie piense mal Débora es el nombre de la vampira del póster que adorna mi habitación) y estoy seguro de que no volverá a sonreírme antes de que haga de una vez lo que mi corazón me pide. Tampoco volverán a alzar el vuelo mis dragones, ni Perseos ni Belerofontes blandir sus espadas ante quimeras y arpías. Dejarán de tocar las arpas y las flautas las hadas y los trasgos, y Loreley dejará de cantar desde su roca eterna a orillas del Rhin que baña la esquina de mi habitación.

Seamos sinceros, si ella mereciera la pena pase lo que pase no se cortarán los puentes que ya hemos tendido. Así que me hago una promesa. De aquí a una semana haré lo que tenga que hacer y que sea lo que Dios quiera.

"Siempre me voy a enamorar de quién de mí no se enamora..."

2 Comments:

Blogger La Maladie de la Raison said...

Vale, de acuerdo, no he cumplido mi promesa, pero no ha sido adrede. Ahora que he escapado de las fiebres malignas y de las placas de pus en la garganta (¿a quién se le ocurre enfermar en verano?) me doy esa semana.

5:09 p. m., junio 30, 2005  
Blogger La Maladie de la Raison said...

Pero bueno... esto no es serio. ¡No puedo hacer lo que debo si de repente desaparece! ¿Tengo que darme otra semana?

¡A LA MIERDA!

El primer día que la vea, y punto. Acabo antes.

12:54 p. m., julio 09, 2005  

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