enero 24, 2006

El Otro

Quiero hacer una reseña muy corta sobre una figura misteriosa que siempre aparece. Hace un tiempo había escrito en un blog donde colaboro (debería decir colaboraba, viendo cómo la web en el que se alojaba sigue caída en el espacio disforme) con otra persona, El Ruido y la Furia, una entrada titulada ‘El enemigo recurrente’. Realmente, escribiendo esto me encuentro con algo muy parecido y a la vez distinto. En esta ocasión, no se trata de mi enemigo, ni de un adversario insidioso que una y otra vez vuelve a atacarme. Sino que hablaré de El Otro, un misterioso ser que como una serpiente, repta y sisea antes de desaparecer algunas frases interesantes en el oído del incauto de turno, que de repente se cree que tiene la verdad absoluta sobre algo o alguien. Ese incauto es uno, luego dos, luego cinco, luego diez… Y siempre, esos extraños rumores se los ha dicho otro, alguien que nadie sabe quién cojones es, es otro. El Otro. Allá donde hiervan rumores y difamanaciones, allá estará el Otro, vomitando blasfemias y puñales como gotas de lluvia en una tormenta: abundantes y molestas. Siempre está en ninguna parte, siempre ha dicho algo a alguien, alguien que no recuerda quién se lo ha dicho, siempre se lo ha dicho otro, siempre se lo ha oído a otro, otro lo dijo.
Él.
El Otro.