enero 23, 2006

Manifiesto que: (por Raúl Rúa)

"Me gustaría poder manifestar grandes palabras y escribir de grandes hechos. Me gustaría poder decir que nunca me equivoco y lo que manifieste será recordado por las grandes palabras que describo. Me gustaría poder relatar hazañas y heroísmos, y reflejar que soy una gran persona. Me gustaría manifestar mi incólume pureza, mi grandeza de espíritu, la blancura de mi alma. Me gustaría poder mirarlos a todos con el desdén de los dioses y reírme de la Creación.

Me gustaría ser recordado de la misma forma que lo han sido los grandes héroes de antaño.

Pero no voy a manifestar nada de ello. No daré ningún gran discurso para nadie, ni ensalzaré las virtudes de héroes públicos o anónimos, ni labraré en el mármol incorruptible de lo sagrado oropeles inquebrantables por el gusano del tiempo. No haré nada de ello, porque no soy un héroe, ni soy nadie que deba ensalzar a nadie, ni yo soy puro e incorruptible, porque soy uno más. Manifiesto que soy un hombre, y ni siquiera sé si un buen hombre.

Manifiesto que no hablaré de grandezas ni milagros. No soy el más inteligente ni el más sabio, no soy un iluminado ni conozco el secreto de la paz interior. No creo ni en Buda ni en Alá y el Cielo es algo demasiado vago para mí, un tenue concepto nebuloso que está lejos del alcance de la mano. No tengo más poder que el poder de desear que pueda agarrar mis sueños tan sólo extendiendo la mano. No tengo el poder de hacer milagros ni conozco la divina belleza de la paz eterna. No, sólo soy un hombre más. Con sus anhelos, deseos, impulsos, su lado oscuro y su lado luminoso, su beldad y su horror, encarnado en dolor y sufrimiento y sonrisas y máscaras.

Manifiesto que necesito de la música para vivir, que la escucho a cada instante y cada acorde y cada canción sustituyen a los latidos de mi corazón, marcando el ritmo del día a día (a veces gris, a veces naranja, a veces rojo y a veces negro), del discurrir de semanas y meses, meses que se convierten en años y años que se convierten en polvo. Necesito de la música para marcar el ritmo de mi caminar. Tengo anhelos humanos porque reconozco que no controlo bien mis impulsos. Anhelo el tacto de unos labios de seda en mis labios y del calor de la piel femenina. me gustan las góticas, porque tienen 'algo' que me excita. Me gustan las minifaldas y las medias y las botas y me gusta que el cabello de la chica con la que camine agarrado del brazo huela a limpio y a recién lavado.

Me gusta sentirme bien conmigo mismo, y me gusta que los demás se sientan a mi lado a gusto. Tan a gusto como yo quiero sentirme con ellos. Me gusta estar por encima de los problemas y eso me lleva a estar por debajo. No tengo grandes hazañas de contar, soy una persona normal que siempre se enamora de sus amigas, y que no puede evitar fijarse en cada representante del bello sexo que pasa a su lado. Hoy he tenido un romance. Empezó en una parada del bus en el barrio del Puente y acabó cuando crucé la calle. Ella era hermosa, pelirroja y con ojos verdes impresionantes, y la miré y ella me miró y la intensidad de nuestras miradas cruzadas fue como hacer el amor con las mentes. Sus botas repiqueteaban graciosamente sobre la acera y me sonrió con sus dientes brillantes como perlas. Ella se detuvo en un portal y yo crucé la calle y nuestra separación resultó como una cuchillada: duele cuando retiran el cuchillo.

Manifiesto que como ahora, divago sin sentido y confieso ser culpable de confesar mi vida a quién me escuche. Confieso, además, que llamaré 'amor mío' a la primera que no me haga daño. Confieso, también, que me equivoco y me ciego y no soporto a quién me dice qué tengo que hacer.

Confieso que soy culpable de amar y de haber sido amado, culpable de haber roto tantos corazones como fragmentos hay del mío. Confieso y juro que no cometí ninguno de esos crímenes premeditadamente y confieso asímismo que hice lo que sentía en cada momento.

Me confieso culpable de manifestar que quiero vivir mi propia vida y no la que otros deseen para mí."

Por Raúl Rúa

2 Comments:

Blogger La Maladie de la Raison said...

Es mejor que te lo diga yo antes de que lo haga otra persona, yo que te conozco tan bien y sé cómo eres, pedazo de melodramático intoxicado de hormonas (que conste que todo esto te lo digo con cariño).

Jamás pensé que diría esto... Pero tú tienes un problema con las mujeres peor que el mío.

4:54 p. m., enero 24, 2006  
Anonymous Anónimo said...

"Vaya hombre, y me lo dice el César..."

7:57 p. m., enero 26, 2006  

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