julio 27, 2006

Contra la pared de ladrillos

Los días ya pasados del viernes al lunes han compuesto un largo y hermoso fin de semana. Ha sido absolutamente diferente, saliendo tres días seguidos hasta bien pasadas las 6 de la mañana, trasegando alcohol en diversos grados en sitios diferentes de los que, habitualmente, recorro. Ha sido un fin de semana donde he descubierto la misma sensación que deben de sentir los hombres que se estrellan contra una pared de ladrillos, que se tiran de cabeza a una piscina cuando no hay agua, que se tiran del avión sin paracaídas. Me he sentido como un maldito juguete, plaf, y como cuando se acerca la muerte, es mentira que veas tu vida ante tus ojos. Lo único que te da tiempo es a decir "oh, mierda"; maravilloso.
Ha sido un flash-back con castañazo final, la misma explosión de siempre y sin embargo, diferente. Plaf, re-plof. Y todo se hace tan fácil de odiar. Es esa sensación de estrellarte de morros contra una pared, cuando ves venir el golpe. Pero claro, crees que siempre te dará tiempo a poner las manos delante. Como el hombre que se cae desde un octavo piso por accidente, coloca los brazos delante intentando amortiguar el golpe.
Es la misma sensación de siempre.
Juegan contigo, te acosan, te siguen como una perrita en celo y cuando les haces caso, ¡plof! Hasta luego. Esa maldita incongruencia, ese maldito sentir de ¿pero qué coño está pasando? Los sueños por el retrete, adiós muy buenas, el desagüe hace su trabajo a conciencia. Y ves como vas directo contra la pared.
Y duele.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Si todos tenemos esa maldita sensación...
Ya sé que no suelo publicar nada Ibón, pero es que en este caso al leerlo se me ha tocado la fibra sensible del los últimos fines de semana...

4:00 p. m., agosto 03, 2006  
Blogger La Maladie de la Raison said...

Es que, por desgracia, parece estar muy extendida la situación. Siempre nos quedará... ¡el lanzallamas!

3:06 p. m., agosto 10, 2006  
Anonymous Anónimo said...

o el fondo de una botella de tequila... De todas formas, tambien arde...

4:08 p. m., agosto 10, 2006  

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