marzo 05, 2007

Me toca

No me jodas, en serio. Parece mentira que aún puedas seguir así, dándole vueltas de esa forma, machacándolo y pasándolo por el pasapurés una y otra vez. Yo ya no sé ni qué pretendes conseguir con tu paranoia. El asunto ya es cansino de narices, empieza a oler a cadáver y la peste es de película, oiga. Lo peor de todo es que con todas tus espantadas, tus huídas, tus adioses y tus desapariciones eres tú quien no tiene valor para marcharse. Me canso, me canso muchísimo. Me canso porque me rehúyes, haciendo volteretas con las ideas, intentando (aún no sé muy bien porqué) culpabilizarme, ningunearme y exorcizarme, pero vuelves una y otra ves, con la jodida cantinela. Hasta el fartazgo, así, dicho en castizo. Y es que, hablando claro, me tienes hasta los huevos.

Me saca de quicio tu manía de seguir removiendo mierda en tus escritos putrefactos. ¿Tienes contrato con una funeraria, para seguir moviendo tanto a los muertos? Empieza a parecer que los comentarios de la gente acerca de tus imbecilidades y la peste a mortaja son para tí el equivalente literario del Valium. Si estoy fuera de la línea, entonces estoy para todo, así que deja de intentar apuñalarme. O te quedas, o te marchas. Pero decídete de una puta vez.

Creo que necesitas escuchar más a Los Planetas.

Etiquetas: