septiembre 15, 2005

¿Despedida?

Sabes que te voy a echar mucho de menos. Dirás, como tantas veces me han dicho, que nos veremos, que nos llamaremos, existe el teléfono, y el messenger, y todas esas cosas que se dicen cuando una despedida se acerca a fin de suavizarla. Pero sabes que no va a ser lo mismo, aunque hagamos por ambas partes esfuerzos para que sí sea. Es inútil que intente ponerme poético porque esta vez los versos sobran, ni los míos ni los de los grandes maestros pueden hacerte justicia, ni poner color o broche a este momento.

Lamento, por supuesto, que no vaya a estar este fin de semana aquí. Odio las despedidas, sí, pero odio más la frialdad de una despedida por el msn, o por un mensaje garabateado con el corazón encogido, o incluso por teléfono. Lo odio porque es impersonal, y no matiza ni cambia el dolor de la misma separación.

Aquí nuestros caminos se separan. Y no intentes convencerme de lo contrario porque siempre es la misma situación, sólo cambian los rostros. Sé que siempre se pierde algo, cuando no todo. La distancia erosiona las relaciones, las amistades y la confianza. El tiempo se corta, desaparece. Somos vidas diferentes, con ritmos diferentes. Son como dos mariposas que aletearan ciegas, una alejándose de la otra. ¿Hasta cuándo podrán sentir el aleteo de la otra?

Me gustaría seguir escribiendo, pero "esto" siempre se me hace horrible. Nunca sé qué decir exactamente cuando se acerca el momento. Siempre me dejo cosas en el tintero o saco las palabras inadecuadas. Podría decirte lo encantadora que eres, o lo que me gusta de tí, o el tiempo que voy a pasar contando los días hasta volverte a ver, o... Tantas cosas que decirte, y tan pocas ganas de escribirlas. Claro, que me imagino que a estas alturas ya sabrás qué es lo que pienso de tí.

Llamento (mucho, no sabes cuánto), no poder decir todo esto en persona. Siempre me han gustado las despedidas personales e íntimas, voz contra voz, y expresar todo eso de un tirón antes de que el corazón se ponga demasiado murrioso. La verdad es que... Siempre me separo de las personas que más me importan. Porque como dice Bécquer "Pasaba arrolladora en su hermosura, y el paso le dejé,ni aun mirarla me volví, y no obstante algo en mi oído murmuró: «ésa es»."

Voy a echarte, mucho, mucho de menos. En el breve tiempo que hemos compartido me has impresionado y calado en lo más hondo, y me permitirás que te recuerde con cariño, porque realmente, te lo mereces. Incluso aunque me odies por tener razón ;)

No tienes idea de lo que voy a extrañarte, mon cher.