marzo 23, 2006

Cambio de Planes - Los Secretos

Hoy empecé a andar
sin fijarme.
No sé cómo llegué
frente a su calle.
Pero al notar mi error,
al girarme,
miré hacia atrás, sin querer,
y vi su imagen.
Y recordé su voz
bromeando en las tardes,
diciéndome: ¿qué harás
si hay cambio de planes?

Hoy empecé a guardar
todas sus cartas,
las fotos que encontré
y algunas lágrimas.
Pero al tratar de juntar
en una caja
todo lo que me dejó
olvidé cerrarla.
Y a veces, sin querer,
cuando todo está en calma,
la sombra del dolor
asoma su cara.

Sí, volveré
a sentir la oscuridad,
a beber la soledad.

Hoy tengo que dejar
un castillo en el aire,
pisar el suelo, aceptar
un cambio de planes.

marzo 21, 2006

Desde el alma

Hoy es el Día Mundial de la Poesía. Debería quizás escribir algo, rendirme a mis versos. Ya he leído algo de Mallarmé, insigne poeta donde los haya, pero mi inspiración, reseca y ajada, es incapaz de abrir sus labios y susurrar la más mínima palabra hermosa. Es incapaz; el tedio, la ira, el sentimiento de frustración, las ansias de cambio, la necesidad de libertad... todo ese cúmulo de sentimientos se reúne para hacerme sentir hundido, cada vez más hundido. No consigo esgrimir palabra sensata, sólo encadeno letras que van formando párrafos de desesperación que no tienen más belleza que el punto final que acompaña a cada frase suicida que busca su fin.

Las horas que no paso en clase o los momentos que estudio (y cada vez me cuesta más, vive Dios, qué harto estoy) son interminables sucesiones de tedio que me aburren, me aburren, me aburren... incansables, como un desfile de marionetas clónicas que al son de una música inaudible sólo pudieran desfilar delante de mis ojos, agotándome, un mar de aguas de cristal sin más mareas que una bajamar fría y sucia.

Me siento atrapado, como un preso que no ve más cielo que el rincón enrrejado de su ventana ni más mundo que aquello que sus sueños es aún capaz de crear o recordar. La maldita soledad (llámenle deseo o llámenle sensibilidad) me atrapa, me condena, me roba mis energías. Necesito un cambio de vida, algo nuevo, un giro radical de la rutina que acaba conmigo. Echo de menos a esa gente con la que antes podía hablar de cualquier cosa, con la que tomaba un café al abrigo de todo lo que habíamos vivido juntos. Me gustaría volver a moverme entre torrentes de gente con las que vagaba entre sonrisas, con las que podía hablar.

He olvidado cómo encender la chispa, como encandilar a una persona, cómo despertar el interés de una nueva compañía, cómo no quedar como el payaso del rincón, cómo enamorar y empezar desde el principio. He perdido esa ilusión y el mechero que encendía esa mecha.

Me he cansado de vagar a contracorriente.

¿Dónde me perdí? ¿Cuándo me equivoqué de camino, en qué parte de la senda huí de la ruta? ¿Qué es realmente lo que pasa, donde he dejado olvidada la alegría? ¿Porqué todo es sufrimiento, de pronto, todo es más duro, más gris, todo es más oscuro y más frío?

¿Dónde, realmente, me olvidé de cómo vivir mi vida?

marzo 19, 2006

Grito


Tengo ganas de gritar bien alto para que el mundo me escuche. Tengo la necesidad de gritar, gritar, gritar hasta que me sangre la garganta y mi voz no sea más que un resuello ahogado, hasta que me duelan los pulmones, hasta que no me quere aire en mi cuerpo, y que el último respiro sea la sílaba más alta de un grito de cansancio.

Quiero gritar que ya no puedo más, que estoy cansado, que no soporto más esta maldita noria.

Quiero gritar y ser escuchado, quiero gritar y silenciar a aquellos que intentan alzarse a mis espaldas e imponerse sus voces estúpidas. Quiero gritar y sólo gritar, gritarle a este mundo de mierda y a estas "personas" que creen saberlo todo, gritar que me dejen en paz y que su estupidez me ofende demostrando su absoluta GILIPOLLEZ. Quiero gritar y que se enteren de una puta vez que le la sopla lo que piensen de mí y de mi vida, que deseo que dejen en paz.

Quiero gritar mientras el viento me golpea en la cara. "Si gritar al viento dicen que es de locos, yo lo estoy y no me importa estarlo mucho más aún." Quiero que el mundo se entere de una maldita vez, de una jodida vez, de una puta vez que sus ideas sobre mí o sobre mi vida no me importan. En absoluto. Quiero gritarles que no quiero volver a soportar sus malditas caras de estúpidos. Quiero que me dejen vivir.

Quiero gritar.

Quiero gritar y que el mundo se entere de que mi vida es mía.

Sólo mía.