octubre 26, 2005

Porque...

Porque he visto en una foto sus ojos. Porque son hermosos, titilantes como cristal de Bohemia, dos luceros de eléctrica belleza, dos lagos en Constanza donde un sol velado arranca destellos argentados y aúreos de los surcos que el viento talla. Porque su mirada paraliza el aliento, y hace que mi corazón vaya más deprisa, porque me recuerda su voz infantil y despierta de nuevo la nostalgia.

Porque cada día parece un año, porque siempre parece que persigo sus pasos. Porque ella siempre y nunca está ahí. Porque parece que cuando me mira está taladrando mi alma. Siempre parece cuando entreabre los labios que a va decir lo que lee en mis labios y siempre lo calla.

Porque por mucho que busque no doy encontrado en el eco de su mirada el reflejo destrozado de un sentimiento, porque son acordes de la música de las esferas arrancados. No es tan difícil de entenderlo.

Porque la quiero.