Miedo al amor
El mundo le tiene terror a decir que le gusta o ama a tal o cual persona. El qué dirán, qué dirá y la absoluta convicción de que lo "nuestro" es imposible frenan cualquier intento de llegar a un entiendimiento. Se lo callan, especialmente las mujeres, y luego pasa lo que pasa, te enteras cuando estás a 340 km. de allí comiendo tranquilamente unos canelones gratinados. Y una semana después todo Cristo está diciendo que se veía venir, que es que no te enteras, que todos estábamos viendo que la rubia te quería llevar a la cama. Es entonces cuando les miras y piensas eso de... "pero si yo hablaba de la morena..."
Es igual que con las relaciones "de amor", importa un puto bledo que estén una semana, un mes, un año o un lustro. Nunca es "mi novi@", sino 'un rollo', un "amigo con derecho a roce", "mi amor platónico", "diversión para el fin de semana" o mi "mediometrosexual" (- ¿Tu mediometrosexual? - Tú espera a que se baje los pantalones)... La palabra novio o novia es un tabú irrompible. Dios, aparta de ahí, yo no quiero compromisos, yo quiero sexo duro y sin complejos, besitos y rollos y bailar en los pub, y si me quiero enrrollar con otra persona una noche, pues no pasa nada. Ni que seis años de relación fuera tanto.
Por supuesto, eso en el caso de las relaciones que se cuentan por meses y no por días, porque gente de 22 años que diga que una relación es larga cuando pasa del mes... Igual yo soy raro, pero me siento tan a gusto con mis relaciones que pasan de un año de duración... Ya sabes, es lo de siempre. La gente se aburre, siempre con la misma persona, qué asco. Tengo que cambiar. Oye, mira, que muy bien, te he entregado los mejores años de mi vida ("pero si sólo hemos estado dos semanas"), pero se acabó. Ayer me follé a tu mejor amigo y hoy tengo orgía con los macarras que te dieron de ostias la semana pasada porque uno me tocó el culo y lo le dije que le zoscaras. Adiós muy buenas.
Y ya no quiero hablar del sexo, campo de batalla donde los haya. Pero como muestra un botón. Un caso que me contaron, el típico chuletas de barrio megapijo de veinte años que se folla a una treceañera inocente que babea por él a las dos semanas de haberse enrollado por vez primera. ¿Creen que alguien mira raro o le llama asaltacunas? Y un jamón del vulgar, de los de Argal que sabe a plástico: le dicen, "por lo menos le habrás dicho te quiero, ¿no?" (dudas, diez minutos de pausa): "creo que sí, mientras me la mamaba."